Enseguida me di cuenta de que en esa libretita medio acabada y con pinta de agenda inútil no apuntaba la lista de la compra. Por cómo miraba al vagón. Cazaba gente, un pedazo de esa gente que se quedara enganchado dentro del vagón, una frase, una mirada, ninguna mirada o un reloj atrasado. Al principio no se sabe lo que se está cazando. Lo único que no miraba era la libreta. Le daba vueltas, colocaba hacia arriba el lado no escrito. Cazaba.
Cuando quedó libre el asiento de al lado, ahí me dejé caer, con mi libro de Eduardo Galeano, y enseguida vio los dibujos, los textos cortos. Creo que leyó uno y se agachó para intentar ver la portada, El libro de los abrazos. Y seguí leyendo, como si fuera un cebo. Levanté un poco la cubierta para que pudiera anotar, y se agachó de nuevo. Mientras leía, perfecto en mi papel de cebo, se me ocurrió que quizá podía sacar yo mi libreta y demostrar que yo también había empezado a cazar. Por ver cómo ella anotaba en la suya que un tipo que se le sentó al lado con un libro de Galeano sacó la libreta y apuntó que ella estaba apuntando todo esto. Un interminable juego de espejos en el que se miran y disparan dos cazadores. Mientras que el resto del vagón no se entera de nada y discute qué parada es la mejor para bajarse con una maleta enorme y muy marrón. Pero no llevaba bolígrafo en el bolsillo. Además, me sucede como a ella, que prefiero que no vean lo que ando escribiendo, prefiero apostarme en una esquina. Aunque he encontrado también que la mejor esquina, sin duda, es la memoria: guardar para luego todo lo posible sin tener que escribir delante de nadie. Y sobre todo no quería que ella se sintiera como yo me habría sentido si alguien hubiera descubierto que andaba esperando. Que cazaba.
Así que seguí leyendo otro par de páginas de Galeano –una, titulada Cortázar–, sin moverme mucho, con la cubierta despejada para que ella anotara lo que quisiera. Aunque controlando de reojo si seguía en lo suyo. Me creí un cebo perfecto, el mejor cabritillo para atrapar un león. Entonces dejó de mirar y escribió en tres páginas distintas de su agenda: PARÍS.
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Y el juego de espejos se prolonga por las pantallas de los monitores: tú me observas, yo te observo, nosotros los observamos y ellos nos contemplan o no nos andan con contemplaciones. ¿Pourqoi PARIS? Je ne comprands pas.
ResponderEliminarCreo que no queda muy claro “el tema”. Si el lector no se entera, comienza a crecerle por dentro un complejo de idiota y deja de leer. Recuerda la cortesía del filósofo. “Siempre la claridad viene de arriba / es un don”, que dijo el amigo Claudio. Que al fin y al cabo, todos vamos en el mismo tren.
Puedo pecar de tonta por escribir esto, pero, ¿alguien me puede explicar qué quereis decir con el texto en inglés en este y en el otro “balazo”? No es que no sepa traducirlo, es que no lo pillo. Nu sé, sinceramente que no lo digo con cinismo, suelo ser de las bobas que no se ríe de los chistes, a veces, hasta que no me los explican. Qué se le va a hacer… De la misma manera que me he quedado igual que tú, Agapito, con lo de París. Pero en este caso supongo que es así como pasó, ¿o tiene algún otro significado que no pillo? Pq podría ser.. a veces la realidad parece más ficticia que la ficción. Quizá ella no cazaba. O quizá sí. O quizá algo de lo que leyó en el libro de su cabritillo le hizo pensar en algo que se resumía así: Paris. En tres fechas diferentes. Yo las libretas que llevo en un autobús o en un transporte público no las uso para “redactar” o escribir ideas, aunque en ese momento todos estemos siendo cazadores involuntarios de algodón de azúcar, como decía Irene. Esas ideas involuntariamente cazadas se me suelen pegar en la chaqueta, o en la memoria, pero no en la libreta. Las uso porque de repente se me ocurre algo que no quiero que se me olvide… Vaya, nada poético. Pero cada uno tiene su verdad. Total que me he puesto en plan realista y tampoco quería eso, pero, ¿alguien me explica lo de los textos en inglés y si lo de paris tiene algún significado especial y se me ha escapado? Me he quedado con curiosidad
ResponderEliminar“Un interminable juego de espejos en el que se miran y disparan dos cazadores.”
ResponderEliminarEl juego del “speculum”, que refleja las imágenes infinitas que nacen del “disparare” y que el cazador cobra en el “captiare” que es la caza y paga en ese eterno especular que es la vida: quién es el otro, quién soy yo, por qué París.
dos espejos yo defrente y tu tras del yo qui y tu alla queno o no si pareis serasi pues nose como esplicarlo yo te entiendo pero nose si tu me entiendas yo tengo un dragon en mi talbes dos quisa nose undragon lo sone en un mundo realmente como este conpoderes y el otro melo imajine de mi imajinasion loimajine realmente realistico como loes este mundo condos esplicasiones de la vida la formasion de lavida cientifica y bibica dime cual el laverdad no lasabes berdad pues yo si la se tengo dos istorias o dos suenos que contar dos dragones que benser y bensere y te demostrare
ResponderEliminardos espejos yo defrente y tu tras del yo qui y tu alla queno o no si pareis serasi pues nose como esplicarlo yo te entiendo pero nose si tu me entiendas yo tengo un dragon en mi talbes dos quisa nose undragon lo sone en un mundo realmente como este conpoderes y el otro melo imajine de mi imajinasion loimajine realmente realistico como loes este mundo condos esplicasiones de la vida la formasion de lavida cientifica y bibica dime cual el laverdad no lasabes berdad pues yo si la se tengo dos istorias o dos suenos que contar dos dragones que benser y bensere y te demostrare
ResponderEliminarRosa, esos mensajes en inglés son el nuevo spam, el que entra en los comentarios de las bitácoras. En fin. Y lo de París, pues no sé, ella escribió eso, y ya está. Se me ocurren explicaciones, pero no mejores que las vuestras.
ResponderEliminarBum, el espejo quizá tiene el peligro de que no sabemos mirar como si no estuviera.
Dos dragones son más complicados que uno. Claramente.
Para todos aquellos que leen con prisa, podeis entrar en la sección no autorizada de FAQ (preguntas frecuentes) www.balazospiratas.com/faq.htm ó escribir a releelotumismo@balazospiratas.com
ResponderEliminar¿Peligro? No lo creo. Miramos como si no estuviera cuando nos “automiramos”, cuando retraemos la mirada hacia dentro sin más referencia. El momento de la verdad, lo llaman algunos.
ResponderEliminarPero cuando miramos hacia fuera necesitamos ese reflejo para sabernos diferentes, para reafirmar nuestro yo, similar al de los otros pero diferente, y distinto, en esa miriada de destellos que saltan de un espejo a otro, los reflejos.
¿Y qué haría el escritor sin eso que tú llamas peligro? Ah, el placer de especular…
Los espejos son agua. Y como agua se pueden atravesar.
ResponderEliminarZambullirse en él.
ResponderEliminarVaya¡¡¡ Cómo en un juego de espejos he entrado como una bala, despedida desde Alas y Balas, y no sólo me encuentro con un David, que no es la otra cara del espejo que comparto con él en Alas, sino que me encuentro en Balazos con otro David que además es amante de Galeano que es mi libro de cabecera, y me imagino que soy yo la que está abriendo el libro y está apuntando todo esto.
ResponderEliminarEncantado de conocerte David, aunque haya sido al otro lado del espejo.
Esas cosas fantásticas de los espejos. Qué bueno.
ResponderEliminarComprendo que te equivocases.
ResponderEliminarEn realidad lo que yo escribí fue “DAVID” y no “PARÍS”
Leiste mal el vuelo del rabo del bolígrafo.
La pregunta me la había hecho el conductor a través de los paneles luminosos; nos estaba siguiendo desde que montaste. Yo vivo dentro.
Intuí tu nombre inmediatamente y te dí tres citas. Ya se han cumplido dos. Tú no me reconoces por que ahora voy disfrazada. Con barba. Barba azul. Y una enorme chepa.
Siempre fue algo miope.
ResponderEliminarClaro: así no hay quien vea los luminosos ni nada.
ResponderEliminarla mirabas directamente o como mucho de nosotros, cobardes, te apoyabas en el espejo para esconder tu verguenza?
ResponderEliminarEl espejo, claro.
ResponderEliminarVeo que por aquí hay alguien con chepa. ¿Puedo alquilarla un rato para frotar un decimito de lotería?
ResponderEliminarSi vamos a medias…
ResponderEliminarCHEPAsa?
ResponderEliminarLa de la chepa es “mi tía Amelia”
ResponderEliminarda hora para frote en http://www.decimofrotachepa.ya
de todas formas no tegarantizo nada pues desde que va disfrazada yo no la he visto, o si la he visto…
Aquí, el que no corre… bueno, ya ni eso…
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