9.5.06

Después de todo

Paseo por Destilados pentapléjicos, el blog en el que Jorge León, 53 años, había pedido que le ayudaran morir. Paseo por allí, como muchos, ahora que ya ha muerto, ahora que ya ha aparecido con la máquina para respirar desconectada. Paseo más de una hora por el blog, esa casa vacía, abandonada dos días antes de la muerte con un duro reproche a alguien que finalmente no se atrevió a llevarle hasta allí: "Qué poca gente consistente hay. En momentos como estos que precisan solidez y aplomo, depender de contingencias humanas es desazonante; y lo que es peor, al cabo suelen acabar jodiendo cualquier posibilidad de hecho digno". Ese mismo día, un poco más abajo, continúa con la bronca: "No debería estar aquí; una nueva digamos 'contingencia humana' ha vuelto a frustrar el poner fin a esto, justo cuando el resto de circunstancias eran idoneas y mi predisposición fuerte. Obligado a estos trágalas cuando ciertos hechos indeseables se echan encima, se me hace dificil digerirlo. Mantengo el juicio estable solo porque aún me queda alguna maniobra delicada y soy responsable de no perjudicar a nadie". Lo escribió el martes 2 de mayo. Apareció muerto el 4.

Provoca extraños efectos un blog leído por desconocidos. Para casi todos, Jorge León murió dejando detrás el desprecio por un cobarde. Aunque, también para muchos, ese último post casi ha desaparecido, no dice lo que dice: sirve únicamente para dejar mensajes. Felicitan al muerto. Y entre las varias decenas de felicitaciones, se cuela un mensaje inquietante: "Comentario suprimido. El autor ha eliminado esta entrada". Ya sé que no es difícil echar las cuentas, pero el efecto...

Es el rastro este que queda, como de mansión abandonada. Parece que los blogs se encuentran más cerca de la vida. Éste hay que repasarlo desde el principio, buscando en los archivos, de atrás adelante, combinando ese último reproche con otros mensajes de antes. Por ejemplo: "Prefiero acabar de morir, mientras tenga control sobre mi cabeza que llegar a ciertos estados de sufrimiento irreversible sin capacidad de libre decisión".

Y cuando se pone uno a repasar desde el principio, se encuentra con ese primer post, el 2 de agosto de 2005, uno de esos mensajes típicos de inocencia primeriza, de los que se usan para probar la máquina: "Ésta es una página personal destinada a mostrar pensamientos, opiniones...", eso dice, como si fuera a escribir cualquier cosa, aunque no cabe cualquier cosa bajo el título, Destilados pentapléjicos. Un destilado del dolor parece. De más de 70 grados.

Aunque ahora, abandonado, el destilado es una especie de corcho en el que cuelgan versos algunos que escriben. Felicitaciones al muerto en ese último post de gran bronca, mientras los antiguos, los de meses atrás, se llenan poco a poco de spam, de adolescentes yanquis que tienen páginas muy guays que quieren que el muerto (sin saber que lo está) visite.


Más suyo:
"En mi caso prefiero acabar de morir, mientras tenga control sobre mi cabeza que llegar a ciertos estados de sufrimiento irreversible sin capacidad de libre decisión". 28/4/2006

"Necesito la mano que sostiene el vaso, la mano habil que supla mi mano inutil, una mano que actue según mi voluntad aún libre:tengo todo preparado para que quien me ayude quede incógnito". 21/3/2006

"Tengo el excepcional privilegio de poder pensar y escribir desde la desesperanza, desde el final de la vida y desde el conocimiento aproximado de unos pocos asuntos elementales".

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