1.6.07

Más allá del juego de palabras

El hombre que se pasó divulgando la necesidad de no mentir, de asumir las responsabilidades, de enfrentar la vida con franqueza, ese hombre es acusado ahora de robar casi la tercera parte de su último libro, "Shimriti". De acuerdo a su propia confesión, se habría apropiado -aunque por "un error absolutamente involuntario"- de páginas escritas por Mónica Cavallé, doctora en Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Un día Bucay leyó "La sabiduría recobrada", de la autora española. Le gustó, lo mandó a copiar, les puso su firma a esas reflexiones ajenas y las vendió. Así planteada, parecería una triste y condenable usurpación literaria que sin duda abriría un paréntesis enorme sobre la estatura ética de este pensador tan ayudado y tan escondedor, tan perspicaz para identificar los fantasmas ajenos y tan benevolente con los propios.
(...)
Un manto de vergüenza amenaza a esta figura que les había dado a la autoayuda y a la receta al paso, estatura de milagro y revelación.
Esto lo publicaba el periódico argentino El Día en octubre de 2005. Un año y medio después publicaban El día que Kafka plagió a Dostoievski, tan igual a El juego de Kafka, escrito por Aberron, el de Fogonazos, en Libro de notas. Lo cuenta en su blog. Bonito juego de palabras el título, ¿eh?

Actualización, 19.50: Después de una tarde con esta historia rodando por varios blogs, el diario añade una nota al final del texto en la que cita el original como "fuente".

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