Suelo pensarlo: después de dar docenas de charlas sobre un viaje, de contarlo en reportajes o libros, va cuajando una versión del viaje que me gustaría contrastar con los hechos verdaderos para ver cuánto se ha desviado. Creo que me llevaría algunas sorpresas si me pusieran mi propio viaje en la tele, de principio a final. Cuántos detalles, escenas y diálogos que, como no quedaron registrados en el cuaderno, ya no existen en mi memoria. O que fueron cambiando con cada reescritura...
Que no pasa nada, dice... Y los tropecientos euros que costó el viaje qué, ¿eh?, para quedarte al final sólo con un tanto por ciento... Por eso es mejor gastarse el dinero en comida (bueno, no, que de eso también te quedas sólo con un porcentaje) o en un coche.
La gráfica es la representación del mejor estudio de comunicación que he visto en los últimos años.
Bueno, Ander, o te gastas otros tropecientos euros en registralo todo o te quedas con los posos. Si no fuese nadie, ni siquiera estarían los posos.
Me recuerda a los arqueólogos / antropólogos desenterrando reliquias... Algunos se lamentan: "Si tuviésemos la osamenta completa, si tuviésemos más restos de este tapiz, libro, etc..." Y otros con lo que rescatan (un diente, una cuenta de un collar, teselas desordenadas de un mosaico) son felices y logran reproducir la vida/historia de anónimos antiguos. Y dan testimobio de eso. Y es importante. Muy importante.
Que bueno. ¿Nunca habeis jugado al teléfono roto?
ResponderEliminarSuelo pensarlo: después de dar docenas de charlas sobre un viaje, de contarlo en reportajes o libros, va cuajando una versión del viaje que me gustaría contrastar con los hechos verdaderos para ver cuánto se ha desviado. Creo que me llevaría algunas sorpresas si me pusieran mi propio viaje en la tele, de principio a final. Cuántos detalles, escenas y diálogos que, como no quedaron registrados en el cuaderno, ya no existen en mi memoria. O que fueron cambiando con cada reescritura...
ResponderEliminarY al final sólo existe lo que queda, ¿no? Y no pasa nada.
ResponderEliminarQue no pasa nada, dice... Y los tropecientos euros que costó el viaje qué, ¿eh?, para quedarte al final sólo con un tanto por ciento... Por eso es mejor gastarse el dinero en comida (bueno, no, que de eso también te quedas sólo con un porcentaje) o en un coche.
ResponderEliminarLa gráfica es la representación del mejor estudio de comunicación que he visto en los últimos años.
ResponderEliminarBueno, Ander, o te gastas otros tropecientos euros en registralo todo o te quedas con los posos. Si no fuese nadie, ni siquiera estarían los posos.
Me recuerda a los arqueólogos / antropólogos desenterrando reliquias... Algunos se lamentan: "Si tuviésemos la osamenta completa, si tuviésemos más restos de este tapiz, libro, etc..." Y otros con lo que rescatan (un diente, una cuenta de un collar, teselas desordenadas de un mosaico) son felices y logran reproducir la vida/historia de anónimos antiguos. Y dan testimobio de eso. Y es importante. Muy importante.