
Se han instalado allí cuatro o cinco vendedores que solucionan el descontento por ver cerrado el sitio a los compradores de última hora. Está una pareja que ha desplegado una mesa de cámping y ha colocado un cartel del Doblón de oro, otra administración de lotería de aquí al lado, en la Puerta del Sol. Están ellos y está también un señor mayor que enseña a los viandantes siete u ocho décimos recogidos con una pinza. Y también una chica morena y regordeta con más variedad. Y un chico con gafas de cristales muy gruesos que lleva lo suyo en un portafolios.
No sabía que pensar de todo esto hasta que un hombre que pasaba por allí se ha tropezado con el de las gafas, que en lugar de mirar al hombre ha revisado inmdediatamente si le faltaba algún décimo del portafolios.
P.D.: La foto la ha hecho Henrique Mariño, que también cuenta la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario