18.8.06

Flotar

Sólo eso. Parece que, en el fondo, el único deseo es flotar. Por encima de uno mismo, de los tejados, los grilletes. Cuando se explora 43things, que viene a ser una cartografía bastante precisa del deseo humano, se encuentra precisamente eso: la levitación como meta, aunque llamada con cientos de nombres.

La llaman, por ejemplo, sentarse a conducir sin destino alguno. De entre quienes entran en esta página para apuntar sus metas, o para encontrar alguna que les guste entre las de otros, hay más de 6.000 personas que se han apuntado a eso de conducir sin rumbo. Y suman casi 10.000 si se les añaden los que quieren dar la vuelta al mundo o ser mochileros por Europa. Abandonar los pesos, supongo. Hay algo en el despegar que fascina, en dejar el lugar donde se apoyan los pies. Se puede encontrar también un buen grupo que lo que quiere es mirar cómo salen los aviones en un aeropuerto al lado de la persona a quien quieren. Ver flotar mientras se flota, supongo. Se busca mucho la levitación de la mano de otro. Más de 5.000 personas quieren, por ejemplo, besarse bajo la lluvia, y quienes lo han hecho ya animan al resto. No siente uno el frío evidente durante ese tiempo de besos. No nota las ropas pegadas al cuerpo, ni ve acercarse el catarro. Porque no está realmente allí, sobre el puente, en el callejón, en mitad del bosque. Se ha separado de sí mismo. Flota. Algo parecido se debe de sentir al mirar las luces de la aurora boreal, esos destellos deslumbrantes que emergen de repente del horizonte en plena noche. Casi 6.000 lo desean. Otros 1.000 se conforman con dormir bajo las estrellas, mirándolas, supongo, notándose cada vez más cerca, una vez que se han quitado el techo de en medio. Aparece también otro tipo de ligereza repentina que no tiene nada que ver con el lugar o la luz o el agua. Casi 15.000 lo que quieren es escribir un libro, que debe de ser algo así como flotar dentro de uno mismo y vaciarse hasta no pesar ya nada.

Parece, es cierto, que el único deseo es flotar, aunque dibujado con otros nombres. Sólo unos 200 se han dado cuenta de que lo que desean es levitar. Y lo dicen.

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9 comentarios:

  1. Anónimo11:31

    Los seres buscan la libertad como medio de alcanzar la felicidad. Solos o acompañados de parejas, de alas, de estrellas, de olas,... como si no pudiesen o no quisiesen ver que la felicidad no existe. Pero hay algo que se le parece y está dentro de uno mismo.Las parejas, las alas, las estrellas, las olas,... forman parte del decorado: sólo son ingredientes que acentúan o suavizan la intensidad...

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  2. Qué fino eres, maldito.

    Pero me has dado la pista de un buen negocio: voy a comprar un cargamento de poleas.

    Y de menta-polea.

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  3. Anónimo13:12

    Merci.
    A Mrs.Doyle le gusta mucho pensar, analizar, darle vueltas a la cabeza, "comerse el tarro",... y además tras tanto tiempo buscando la felicidad y no haberla encontrado (o no haber encontrado el estado correspondiente al concepto de lo que ella creía que era felicidad)se siente un poco docta en la materia (sin pretensiones)...

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  4. Ander, tengo un par de montes localizados repletitos de menta polea de esa. Nos podemos hacer de oro.

    Mrs. Doyle, creo que dando vueltas y vueltas, uno termina como elevándose de repente. ;)

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  5. no había mencionado que 7.818 de esas personas quieren "ser feliz"

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  6. Anónimo00:52

    Dando vueltas y más vueltas, uno termina elevándose o hundiéndose...

    Todo el mundo aspira a ser feliz y todo el mundo tendrá que conformarse con estar feliz alguna vez. La naturaleza del mundo, en general, no permite apreciar ese estado hasta que se pierde, motivo por el cual se dice que somos unos infelices...

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  7. con un poco de entrenamiento, a veces uno se da cuenta

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  8. Anónimo11:30

    A veces...

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