7.9.06

Poesía molecular

Doctor, ¿cuál es la molécula más bella del universo?
Para mí, la molécula de hemoglobina. Es compleja: son 9.500 átomos engarzados, con un centro de hierro, y varios de oxígeno vinculados y... ¡Ah, parece tan irregular pero es a la vez tan armónica...!
Le veo enamorado de la hemoglobina.
Esa molécula me recuerda al serpenteante banco de Gaudí y Jujol del Park Güel: a la vez que su trencadís es irregular, el conjunto es rítmico. Esa combinación es la belleza.
¿Sí? ¿Cómo definiría la belleza?
Hay quien dice que la belleza emana de la simetría. Yo creo que emana de una tensión entre lo simétrico y lo asimétrico, lo irregular y lo regular. Como ese banco de Gaudí.
¿Hablo con un científico o con un poeta?
La ciencia dota de metáforas a la poesía. ¡Y yo escribo poemas, es mi pasión! Y creo que la poesía me hace mejor científico.
¿Ve poesía en las moléculas?
¡Las moléculas son poéticas! Mire la de ADN: ¡es un poema! Y una fórmula científica es buena si es clara, concisa, sencilla y a la vez variada: igual que todo buen poema.
(...)
¿Usted se atrevería a decirme por qué hay tantos judíos entre los premios Nobel?

Quien crea que los judíos somos más inteligentes ¡debería vivir durante un tiempo en Israel, ja, ja...!
¿Qué explicación encuentra?
Observo en las familias judías un alto aprecio por el conocimiento, lo prestigian: ¿quizá porque la marginación agudizó una mirada distante, observadora y reflexiva? Todo eso da actitud necesaria para la ciencia... Y los judíos agnósticos vieron en la ciencia un sustitutivo.
(...)
Y mi organismo, ¿cuántos átomos suma?
Algo así como un 30 seguido de 27 ceros.
¿Y en cuál de ellos está el alma?
En los ojos de la mujer a la que miras.

Ahora La Vanguardia ya no deja enlazar las entrevistas de La Contra, como ésta de Víctor-M. Amela a Roald Hoffman, poeta y premio Nobel de Química 1981. Es difícil hasta leerlas en Internet. Pero quería guardarme algunos trozos de ésta.

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11 comentarios:

  1. ¡Trencadís! ¡Trencadís! ¡Trencadís!

    Tengo una amiga bióloga que flipaba con la belleza de lo que veía en el microscopio. Un día me enseñó unas fotos preciosas (extrañas formas, colores, ramificaciones). Era un tumor.

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  2. A este también se lo mandaba a Jordi Hurtado. ¡Y A ANDER! ¡Y A DAVID!...
    ...Venga, y a Gorgias también.

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  3. ¡Qué bonito, David! Me encantaría que esas declaraciones me las hubieran hecho a mí, pero siempre queda la duda de sí yo habría sabido ponerlas de esa forma en la entrevista o las hubiera dejado morir en la grabadora.

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  4. Anónimo08:41

    Hay quienes piensan que los científicos son calculines, con gafas, que no son capaces de encontrar la belleza de las palabras o que son insensibles a los sentidos. O que los ingenieros son seres fríos incapaces de creer en todo aquello que no cumpla un cálculo de estructuras. Cada uno ve belleza en lo que hace, en lo que descubre cada día en su trabajo.Y gracias a eso se mueve el mundo.

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  5. El mundo es un lugar extraño, Ander: fíjate en Luiki ;)
    Lucía, a mí lo que siempre me ha aterrado más es no saber preguntar bien.
    Gorgo, hay quien no consigue ver la belleza entre los científicos y entre los catedráticos de Literatura. Pero también están los otros...

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  6. Anónimo11:00

    El título parece aparentemente una muestra de "binomio imposible" de Rodari, pero finalmente vemos que la poesía y la belleza son omnipresentes...

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  7. Anónimo12:17

    Yo creo que la clave está en los ojos de la mujer a la que miras. No?

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  8. Anónimo15:43

    Coincido en que la clave está en los ojos, concretamente en la mirada...

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  9. Ingeniería sublime de la belleza. Bravo por Hoffman, y por tí.Saludo

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  10. Es un gran descubrimiento este Hoffman.

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