21.11.06

El espía que escapó del talio

Alexander Litvinenko es un ex espía ruso exiliado en Londres que había empezado a investigar el asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya. El 1 de noviembre se citó con un contacto para comer en Picadilly Circus, y casi no sale de aquella comida. Le encontraron enormes cantidades de talio en el organismo, y sigue al borde de la muerte en un hospital. El Kremlin niega que haya tenido algo que ver con el envenenamiento, como negó haber envenenado a Politkóvskaya en su día, y como negó tener algo que ver con el tipo que le pegó cuatro tiros a la periodista en su ascensor.

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4 comentarios:

  1. Anónimo09:38

    Estas historias ponen los pelos de punta. Siempre ha habido formas de liquidar a la gente incómoda, pero el envenenamiento tiene algo de especialmente borroso, novelesco tal vez. Quizá sea porque viene desde tiempos remotos. El hecho de que en el siglo XXI se siga recurriendo al veneno en la comida nos enfrenta a la dimensión más ancestral del crimen calculado, premeditado, "inteligente" si se me permite el adjetivo. Bueno, pero novelerías aparte, el hecho que parece cierto es la caza del disidente. Ahora no se trata de disidentes políticos convencionales, sino de personas que buscan la verdad de los asuntos oscuros ocultados por el poder. La figura de Putin se agranda, para mal, y Rusia se nos antoja un país cada vez más siniestro.

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  2. Me recuerda a la guerra fría...
    La información es poder

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  3. La verdad es que parece mentira, ficción. Supongo que eso es lo que da más miedo.

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  4. Lo que demuestra cuan H de Putin puede ser el tal Vladimir.
    Y Europa bailandole el agua.

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