13.12.06

Anotaciones israelíes (3)

Si en cada español vive un seleccionador nacional de fútbol, en cada israelí lo que habita es un analista político y estratégico de Oriente Próximo. Aunque ni nosotros hemos ganado un mundial ni ellos han arreglado anda.

Después de dos días dando tumbos de charla en charla, terminamos en un centro municipal juvenil de Kfar Saba, una ciudad de unos 85.000 habitantes en el centro del país, unos 25 kilómetros al nordeste de Tel Aviv. En aquel lugar, se reúnen varios movimientos de chicos de entre 15 y 18 años: una especie de sindicato de los jóvenes, los scouts, un grupo que cuida valores religiosos, otro interesado en usar su tiempo en cosas que no sean ver la tele, otro que organiza actividades conjuntas entre israelíes judíos e israelíes árabes... Representados en una sala había más de diez grupos. Son movimientos que funcionan en todo Israel, y que en total reúnen a unos 300.000 jóvenes, en un país que tiene algo más de siete millones de habitantes.

Tienen para contar todas las historias resultado durante décadas de los fracasos de sus padres y de los padres de los chicos palestinos. A veces, parece que incluso algunos les están contestando, como Kim, un chico que todavía no ha cumplido 16 años: "Seguramente ellos también piensan que entre nosotros no hay nadie con quien hablar".

Pero han heredado más. Otra chica, de 16, que lleva seis años viviendo en Israel, no olvida algunos días de su infancia en Argentina: "Iba a un colegio católico, y recuerdo lo que pasaba cuando salía el tema de que era judía. En cualquier lugar del mundo nos tratan como extraños, pero acá sentimos que no somos diferentes".

Hay más. La chica dice eso a pesar de que también recuerda el miedo que ha sentido, desde el principio, a montarse en un autobús que termine saltando por los aires, o a entrar a comer a un restaurante que acabe reventado.

Todos los de esa sala dicen que hay que hablar y ceder. Y todos creen que algún día podrán vivir sin miedo, quizá cuando les toque a ellos el papel de sus padres.

[Israel 2006]

Technorati tags:

5 comentarios:

  1. Anónimo00:53

    Cuando les toque a ellos el papel de sus padres, tendrán su misma mentalidad...

    Sigo sin poder acceder de otro modo.

    Mrs. Doyle

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo con Mrs. Doyle, al final queriendo o sin quererlo adoptarán las mismas posturas que sus padres.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo11:22

    Si la vida fuese un cuento, dejarían que fuesen esos mismos niños los que intentasen alcanzar una solución. Antes de acabar convertidos en padres y olvidar que un día tuvieron ganas de cambiar las cosas. Si la vida fuese un cuento.

    ResponderEliminar
  4. Supongo que las cosas son como son hasta que alguien las cambia.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo09:57

    ojala sean ello quienes lo hagan...

    ResponderEliminar