1.2.07

¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
Y lo logró.
Sí. Y así fue cómo logré una beca para estudiar en Francia.
(...)
Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
Fascinante, desde luego...
Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
Qué paz...
Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
(Moussa Ag Assarid, escritor tuareg, entrevistado por Víctor-M. Amela en la contra de La Vanguardia)

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2 comentarios:

  1. Donaría todos mis relojes para ganar tiempo.

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  2. Yo también, aunque la parte de la entrevista en la que habla de las cabras y la escasez de agua...

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