Yo llevé mi vieja furgo al taller la semana pasada, a cambiarle el aceite. Y me soltaron un bufido: "Joderrr, cómo me la traes a las seis de la tarde...". "Perdón, perdón, ya la traeré otro día, otro mes, otro siglo". "Venga, bah, déjala, pero mecagüenlamarrr...".
La mayoría de los mecánicos siempre refunfuña. Cada vez que llevas el vehículo al taller parece que les estás haciendo una faena. Y pasa lo mismo cuando llamas a un fontanero o similar: siempre responden con aspavientos, puf, es que ahora no puedo, mejor otro día, es que eso de la lavadora es un jaleo... Curiosa relación en la que los clientes piden perdón por inmiscuirse en las misteriosas ocupaciones de estos seres poderosos.
A me pasaba con la bici de carreras. Iba a repararla a Ciclos Goñi. El dueño tenía el pelo revuelto, un mono azul, cara de gente y gafas de culo de vaso.
- Pero mira, serás... desgraciao, ¿cómo has podido romper el cambio de marchas? Animal.
Daba igual que se tratase del cambio de marchas o de un pinchazo. Salía escaldado. Empezaron los miedos y luego las mentiras:
- Es que... mire, mi, mi hermano se ha caido y. Bueno, lo siente... ese desgraciao.
Irene, Irene... ¿Son peligrosas las vespas para las gasolineras? Yo diría que al revés. Me tiraron la vespa en una gasolinera de Onda -muy mala ídem-, en un curioso episodio protagonizado por el ruso despistado y honrado que me tiró la vespa y su histérica y mentirosa mujer. ¡Prevención de rusos ya!
¿¿Tienes una Vespa??
ResponderEliminarYo llevé mi vieja furgo al taller la semana pasada, a cambiarle el aceite. Y me soltaron un bufido: "Joderrr, cómo me la traes a las seis de la tarde...". "Perdón, perdón, ya la traeré otro día, otro mes, otro siglo". "Venga, bah, déjala, pero mecagüenlamarrr...".
La mayoría de los mecánicos siempre refunfuña. Cada vez que llevas el vehículo al taller parece que les estás haciendo una faena. Y pasa lo mismo cuando llamas a un fontanero o similar: siempre responden con aspavientos, puf, es que ahora no puedo, mejor otro día, es que eso de la lavadora es un jaleo... Curiosa relación en la que los clientes piden perdón por inmiscuirse en las misteriosas ocupaciones de estos seres poderosos.
Sí, y se me pasó (un poco, una bobada) eso del aceite, y se paró. Escuchando al del taller, parecía que se lo había hecho a una moto suya.
ResponderEliminar(a veces pasa también con los médicos)
A me pasaba con la bici de carreras. Iba a repararla a Ciclos Goñi. El dueño tenía el pelo revuelto, un mono azul, cara de gente y gafas de culo de vaso.
ResponderEliminar- Pero mira, serás... desgraciao, ¿cómo has podido romper el cambio de marchas? Animal.
Daba igual que se tratase del cambio de marchas o de un pinchazo. Salía escaldado. Empezaron los miedos y luego las mentiras:
- Es que... mire, mi, mi hermano se ha caido y. Bueno, lo siente... ese desgraciao.
A lo mejor es verdad, y ni las bicis ni las motos son nuestras, sino concesiones, como el espacio radioeléctrico, o así.
ResponderEliminarEs que le dan Vespas a cualquiera y claro si no las sabemos usar... pasa lo que pasa
ResponderEliminarIrene, Irene... ¿Son peligrosas las vespas para las gasolineras? Yo diría que al revés. Me tiraron la vespa en una gasolinera de Onda -muy mala ídem-, en un curioso episodio protagonizado por el ruso despistado y honrado que me tiró la vespa y su histérica y mentirosa mujer. ¡Prevención de rusos ya!
ResponderEliminary de gasolineras
ResponderEliminarY de Irenes...
ResponderEliminaruyuyuy
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