3.5.07

Las lagunas del violinista

Por fin habla un profesional sobre el experimento ese de poner al gran violinista Joshua Bell a tocar en el metro de Washingon. Se llama Natalia, toca en el suburbano de Nueva York y lo tiene muy claro:
The Washington Post lo interpretó [que se hubiera parado poca gente a escucharle] como si fuera un fallo del público, de los que pasaban por allí, no reconocer a un músico tan bueno. Pero yo digo: de ninguna forma fue culpa del público.
La cosa es que Joshua Bell es un gran violinista, pero no domina el arte callejero. (...) Cuando tocas en la calle, no puedes hacerlo como si estuvieras sobre un escenario. (...) En la calle usas a los que pasan por allí como si fueran pintura y tu música fuera el pincel: el objetivo es crear una obra de arte colectivo con la gente. (...) Un músico callejero es alguien que puede convertir cualquier lugar en un escenario. Obviamente, Joshua Bell necesita un escenario real.
[visto en Kottke]

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