A medida que DeLillo maduraba como escritor, aumentaba lo que desechaba, y no sólo porque sus libros eran cada vez más largos. Desde el manuscrito de The Names, escrita a principios de los ochenta, empezó a mecanografiar cada párrafo una y otra vez, muchas veces en la misma página, con lo que un mismo párrafo puede aparecer docenas de veces en docenas de páginas de un borrador, mientras lo pulía hasta que le satisfacía. (...) Este proceso otorga a los borradores de DeLillo un ritmo tremendamente pausado, como el de un ciego que tantea para encontrar su camino.D.T. Max cuenta que hay un lugar en Austin donde se guarda mucho de lo que los escritores han ido dejando atrás para terminar encontrando sus libros. Durante las últimas décadas, el Centro Harry Ransom para la Investigación en Humanidades, de la Universidad de Texas, ha ido comprando por todo el mundo borradores, cartas, fetiches, facturas y contratos de cientos de escritores en lengua inglesa.
Tienen, por ejemplo, 45 cajas con materiales comprados a la última Nobel de Literatura, Doris Lessing. Todo lo que ella guardaba hasta 1999. El resto todavía no se lo ha vendido. Allí también puede encontrarse uno de los diarios que usó Kerouac para escribir En la carretera.
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Yo no sabría escribir a máquina ni a mano. Pero si supiera, y tuviera que reescribir tanto, seguramente escribiría mejor.
ResponderEliminarAsí que la culpa es del ordenador. Qué bien.
PD: el don de Lillo era la verborrea valdanista, ¿no?
Es un verdadero Shangri-la de la escritura. la materia prima tal cual. los diamantes en bruto ofreciendo la promesa del brillo que luego han tenido. Me encanta la idea.
ResponderEliminarEn realidad, tienen una de las 48 Biblias de Gutenberg que existen. O al menos eso es lo que yo entendí. Puede fallar. :)
ResponderEliminarSebastián, tienes toda la razón. Corregido queda. Muchas gracias.
ResponderEliminarEs verda, Ander, quizá repitiendo mejoráramos. Tal vez escribir sea como excavar, como abrirse paso. O, como dice Alvarhillo, se parezca a tallar un diamante, a encontrarlo a golpes, con una maza y un escoplo.
Pues parece que no nos vamos a poner de acuerdo con los números. No sé qué fiabilidad les merece la wikipedia...
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Biblia_de_Gutenberg
Así que sí es posible que tuviera 48.
Por lo que dice el artículo, quedan 48 copias completas en el mundo. En la primera versión del post, me equivoqué y escribí que en Austin tenían 48, en lugar de una de las 48. Esto no es incompatible con lo que cuenta la Wikipedia, que lo que dice es que, en su día, a mediados del siglo XV, se imprimieron unas 180 copias.
ResponderEliminarAh, que el matiz estaba en "completas".
ResponderEliminarBueno, pues ya hemos aprendido una cosa más. :)
Finos lectores tienes, David.
ResponderEliminarNo os merezco ;)
ResponderEliminarSería feliz trabajando para el Harry Ransom... puede que desapareciesen algunas cosas.
ResponderEliminar¿Estará el secreto de la escritura entre todo ese material?
Al principio pensaba que guardar todo eso no tenía ninguna utilidad. Pero quizá algo guarden todos esos desperdicios.
ResponderEliminarDavid, te lo advierto: Estás abandonando lo que te hace vivir en favor de lo que te da de comer. Mala elección. Tienes este blog abandonado.
ResponderEliminarno sé si puedo confiar en mi carrera de faquir
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