29.4.08

Historias y pompas de jabón


Tipos a punto de arruinarse para acabar de contar algo. Los que hicieron 10 mph, y ahora también este Jim Kileen, que puso su nombre en Google y salió luego a buscar a otros que se llamaban como él. Hasta que un año más tarde terminó Google Me, otro documental. Al borde del precipicio por contar algo que ni siquiera existía, como si la propia historia les arrastrase. Aunque de un modo extraño, porque no era sólo para ser contada.

Al principio, durnte los equilibrios sobre el filo de la ruina, ni siquiera existían. Y a pesar de eso, se abrieron camino. ¿Puede una historia empujar a alguien para que la haga suceder? ¿Puede luego obligarle a contarla? No hay duda de que en caso contrario desaparecen, como una pompa de jabón reventada. Pero a pesar de esa naturaleza suya de pompa de jabón, parece que algunas son capaces de atrapar hasta el absurdo. Quizá gracias a que flotan.

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