8.11.02

Cenefa

Para entender el funcionamiento del olvido, basta con dejar sobre el lavabo un bote de alcohol abierto y sentarse a ver la tele. Lo mejor que puede pasar es que den un partido de fútbol, porque los fueras de juego ayudarán a ir madurando el experimento. Se recomienda atender especialmente a la manga del juez de línea cuando levanta la banderola. A esas siluetas blancas que la rodean. Hasta hace unos meses eran publicidad de Quiero TV, pero a estas alturas ya casi se trata de una cenefa como otra cualquiera.

Mientras maduramos el experimento con los fueras de juego y las tarjetas amarillas, el alcohol va trabajando en el cuarto de baño. Así, cuando llega el descanso ya podemos imaginar el final, porque el bote de alcohol sigue siendo un bote de alcohol, pero menos. Y eso sólo si en ese momento volvemos a colocar el tapón en su sitio. Aunque para entender completamente el olvido, se recomienda dejar el tapón sobre el lavabo y regresar al sofá a ver cómo termina la cosa. Después del partido, el bote de alcohol sigue siendo un bote de alcohol, pero sin alcohol. Podría uno rellenarlo de agua oxigenada y tener inmediatamente un bote de agua oxigenada. Así que realmente lo único que se tiene después del partido es un bote, sin que importe lo que contuviera noventa minutos antes. Del mismo modo que después de repetir cincuenta veces la palabra patata ya no imaginamos una patata, sino una vieja con la boca pastosa. O lo que sea, vamos. A lo olvidado o abandonado, como hemos visto, le sucede lo que al Coyote cuando corre en algunos episodios, que le desaparece el suelo de repente y chof, cae a plomo.

Aunque justo antes quedan unos segundos ridículos en los que revuelve las piernas en el aire como hélices e intenta darse la vuelta para pisar de nuevo la cornisa. Son estos partidos ridículos de liga que se juegan ahora con esos árbitros y jueces de línea patrocinados por un fantasma. De momento, todavía sabemos que el logotipo es de Quiero TV -que ya no emite-, pero dentro de unas jornadas, cuando no quede alcohol, pensaremos que le han puesto unas cenefas horribles al uniforme del que levanta la banderola.