23.4.04

Puntadas

No me lo van a creer, pero a veces entro aquí como un extraño, más extraño cuanto más tiempo ha pasado desde la última visita. Llego y casi no entiendo que no haya una historia nueva. De verdad. Vengo a por una sorpresa, por una idea que no he conseguido encontrar yo solo. Quizá por eso me he alejado ese tiempo: a veces se escurren las ideas, incluso los ratos para buscarlas.

Pero vuelvo como visitante y cada vez soy más extraño de mí mismo, y para explicarlo sólo se me ocurren una máquina de coser y dos piezas de tela. Si uno consigue que todas las puntadas atraviesen los dos pedazos, la cosa va más o menos bien. No quedan demasiados huecos para que luego se cuele el frío. Si se pierde una puntada, queda un agujerito y puede ser algo molesto, aunque si las siguientes encuentran su sitio, pues todo sigue casi como estaba. Las semanas que no puedo pasar por aquí son como puntadas perdidas. Cuantas más se pierden, más se separan los dos pedazos de tela y se va haciendo más complicado unirlos. La puntada que lo haga debe ser más fuerte, y sobre todo más certera, porque se lanza desde más lejos, mientras la máquina sigue corriendo por su cuenta. Por eso, a veces, llego aquí y soy como un extraño, aunque ustedes no me lo crean. Por eso y por la propia extrañeza que es escribir. Mucho más si luego se lee lo escrito, que ya se ha visto que es algo así como escucharse la voz grabada en un magnetofón. Sólo que en este caso no es únicamente que no coincida la música, sino que a veces incluso la letra llega no tiene nada que ver.

Sin embargo, en esos momentos de visita como extraño, como si no me conociera —que es lo que debe de ser al final—, entonces, a veces, tecleo la dirección con la esperanza —que no creerán, pero me es lo mismo— de encontrar una historia. Tan lejos andan los pedazos de tela que no me asombraría. Casi lo espero. Pero, claro, ustedes todo esto no me lo van a creer, porque no tiene ningún sentido encontrar la sensación, de vez en cuando, de que se puede vivir fuera de uno mismo sin sobresaltarse, e incluso abandonar algún trozo por el camino. Sin más. Aunque no me lo crean.

24 comentarios:

  1. Anónimo10:23

    Cada vez que considero
    que me tengo que morir,
    tumbo la manta el suelo
    y me jarto de dormir.
    (coplilla popular)

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  2. Anónimo10:23

    Y ahora en serio:

    “Pero nosotros nunca
    tocamos la sutura,
    esa costura (a veces un remiendo,
    a veces un bordado),
    entre nuestros sentidos
    y las cosas…”

    Claudio Rodrigo dixit, digo, y otra vez:

    “Siempre la claridad viene del cielo;
    es un don: no se halla entre las cosas
    sino muy por encima, y las ocupa
    haciendo de ello vida y labor propias.
    Así amanece el día; así la noche
    cierra el gran aposento de sus sombras”.

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  3. Qué maestro Claudio Rodríguez. No recordaba el de la sutura, y el otro no lo puedo olvidar.

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  4. Anónimo10:24

    El único maestro era Claudio Barragán. Qué quiebros en el área chica para dar esas tardes de gloria al Depor.

    El tal Rodríguez no sé en qué equipo juega.

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  5. Claudio Barragán, Claudio Barragán, pero qúe dices.

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  6. Anónimo10:24

    El famoso cómico Barragán ha grabado una nueva versión de la canción de Los Lunnis (nos vamos a la cama). Será, sin duda, 3,2 ó 1

    PD: ¿tú y yo lo sabíamos?

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  7. Anónimo10:25

    Amigo, nunca se pueden tener buenas ideas y, sobre todo, buenas ganas de escribirlas.
    Eso es parte del talento.
    Mucha Suerte!!

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  8. Anónimo10:27

    He pasado por aquí, bueno he venido a proposito, y veo que no has dado la puntada. ¡ Que puntada!
    No es que quiera sacarle punta al asunto, pero no veo yo la puntalidad por esta punta. Me estás resultando un poco “Cencinela septem-puntata”.

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  9. Anónimo10:27

    Yo también echo en falta tu puntada.
    La próxima vez te puedes llevar la máquina.

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  10. Anónimo10:27

    Qué buena idea esto de dejar pasar un mes entre balazo y balazo. Así nos da tiempo a recapacitar y no emitir juicios precipitados sobre las columnas. ¿Cuándo vas a quitar lo de “los viernes: columna”, cacho mamón?

    ¿No ves acaso que algunos de nosotros no tenemos más motivos para vivir que tu puñetera página? ¡No nos puedes tratar así! ¡No somos animales!

    Hablando de animales… ¿alguien ha visto un ñu cara a cara? Qué graciosos tienen que ser esos bichejos…

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  11. Anónimo10:28

    ¡Anda!…y yo pensando que no veía textos nuevos en “balazos” porque tenía las cookies del explorer a remojo en leche de cabra fresca y vitaminada.

    PD: Marlow, en Oviedo hay un ñu precioso, una maravilla oiga, a ver si un día le saco una foto y te la mando jajaja

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  12. Anónimo10:28

    Dice Günter Hazt que si se mira a un ñu a los ojos y se señala al sudeste con el dedo chico del pie tendremos tres años de buena suerte.
    El Real Madrid pudo hacerlo y no lo hizo y perdió todos los títulos.
    Pedro Almodóvar lo hizo y le dieron dos oscares.
    Deiviz Álvarez no lo hizo y nunca más pudo escribir una columna.

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  13. Anónimo10:28

    ¿De que pie?; ¿del de página?

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  14. Anónimo10:28

    Soy uno de esos pespuntes, una de esas puntadas que olvidaste dar, por eso no me conoces, ni siquiera te suena mi nombre. Igual de algo tan infantil y lejano como los picapiedra…(dudaba entre llamarme Pebbles o Tabata , la hija de embrujada, que por supuesto ha crecido y puede contestarte) Pero he optado por pebbles que es más salvaje. Además, Tabata, me trae otros recuerdos, más bien dolorosos, una de esas puntadas que te gustaría que se deshaciesen y, en cambio, no hay forma de quitarles el hilo, de despuntarlas de tu memoria. Así que llámame Peebles y si quieres historias, házmelo saber y yo te contaré todas las que quieras, bonitas y feas. Hasta pronto David

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  15. Vaya. No quise olvidarlo, ni puedo decir que no a las historias.

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  16. Anónimo10:29

    ¿Qué significa tu nombre, David?. lo busco y no lo encuentro. Pebbles significa piedras, pero piedras pequeñas de esas con las que la gente con dinero decora sus caminitos en los jardines. Pequeñas piedras pisoteables, coleccionables incluso. Los nombres significan mucho más de lo que creemos. Las piedras son duras, inmóviles, planas….
    Josotros no elegimos nuestros nombres David. Ni siquiera tus padres.
    Tengo más nombes. Unos más alegres que otros
    y tú

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  17. La RAE, que tiene unos descuidos con el diccionario. No tengo ni idea de lo que significa el nombre. No tenía ni idea de que eso importara.

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  18. Anónimo10:29

    Ah, pues sí que importa. Creo que el nombre es importantísimo, conozco a un chico que se lo cambia habitualmente; a mi me parece una práctica un poco esquizofrénica porque al cambiar es como si cambiaras de personalidad y es lo que él hace. Diferentes grupos de amigos, diferente nombre para cada grupo. Yo le digo que está claro que no le llega con una sola vida. no sé que más puede significar.
    Hay un libro que igual te interesa leer se llama ‘Diccionario de nombres’ y es de Amelie Nothomb.
    No va de nombres, descuida
    Este fin de semana buscaré el significado de tu nombre y lo pondré aquí. Imperdonable el descuido de la RAE

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  19. Anónimo22:32

    Hola. El único Maestro es Jesucristo. Claudio Barragán es (o era) un futbolista de calidad. Supongo que Claudio Rodríguez también, aunque no lo conozco. Que os vaya bien.

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  20. Claudio Rodríguez fue un extraordinario poeta, mucho mejor que Barragán como futbolista.

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